Para acceder a la Banca Indígena, las Comunidad Indígenas, reubicaciones de víctimas y/ o asociaciones deben crear un grupo de ahorro y crédito, los cuales deben estar constituidos entre 10 a 19 personas, durante mínimo 6 meses, cada miembro denominado accionista deposita un valor mensual en una caja de ahorro, custodiada por la misma comunidad. La comunidad nombra un líder digital quien a través de la aplicación indígenaApp registra los ahorros y créditos comunitarios después del desarrollo de cada jornada.
Con el dinero ahorrado, a partir del tercer mes, se pueden solicitar créditos con destinación específica para capital semilla, necesidades básicas, creación y/o fortalecimiento empresarial, la tasa de interés es fijada por la propia comunidad, adicionalmente, el grupo constituye un fondo social donde existe una cuota mínima. Por diversos incumplimientos al reglamento creados por el grupo se cobran multas, como, por ejemplo, llegar tarde a una reunión, no asistir sin una causa justificada o no pagar un crédito, entre otras. Los recursos de estas multas, como también actividades comunitarias productivas que generen recursos, se inyectan al fondo social.
Al final del primer ciclo, que es mínimo de 6 meses y máximo de nueve, los grupos se liquidan, devolviendo las acciones y las utilidades que reposan en el fondo social, las cuales se redistribuyen equitativamente e inicia un nuevo ciclo.